Energía hidroeléctrica
Como líquido refrigerador, intercambiador de calor o como agente impulsor de las turbinas, el agua está presente de una manera u otra en el grueso de la producción de energía eléctrica.
En las centrales hidroeléctricas, el agua almacena en su propia masa la energía potencial que, una vez liberada como energía cinética del movimiento de caída del agua, mueve las turbinas, generando la electricidad.
Energía Solar
Energía Termoeléctrica
En las centrales térmicas, ya sean de gas natural, petróleo o carbón, el movimiento del agua se consigue mediante su vaporización y presurización, y es este vapor el que mueve las palas de las turbinas. Este vapor es despresurizado y refrigerado para volver a introducirlo en la caldera y cerrar el ciclo, y para hacerlo las centrales térmicas deben contar con un abundante flujo de agua fría, que procederá de un río, un lago o del mar. Las torres de refrigeración suelen ser los edificios más grandes y vistosos de las centrales, y como liberan a menudo enormes nubes de vapor, han acabado por reconocerse como los edificios característicos de las centrales termoeléctricas.
En un error frecuente, muchas personas creen que estas grandes chimeneas de refrigeración son las responsables de la contaminación atmosférica, el incremento del CO2 o la lluvia ácida, cuando lo cierto es que por ellas tan solo escapa vapor de agua, y so, a todos los efectos, nubes de agua.