La humedad del aire es -junto a la temperatura y la velocidad del viento- una las variables determinantes de la sensación térmica y el confort climático, conceptos que comienzan a popularizarse y que están adquiriendo una gran importancia socioeconómica.
No se trata sólo de saber a qué temperatura corresponde diez grados un día lluvioso –y en consecuencia de 100 % de humedad relativa- o esos mismos diez grados en un día seco.
Los estudios de confort climático permiten valorar de forma cuantitativa la influencia del clima en el turismo o en la elección de una residencia, y de este modo pueden ayudar a mejorar la oferta turística o incluso la planificación urbanística.
¿Sabías que?
La sensación térmica de una temperatura menor con mayor humedad es semejante a la de una temperatura mayor con menor humedad? Además, cuanto mayor es la temperatura, mayor es la influencia de la humedad relativa sobre la sensación térmica.