Es común oír por ahí que la Tierra, en realidad, debería ser llamada Planeta Agua, pues la mayor parte de ella no sería propiamente constituida por tierras emergentes, sino por agua en la forma líquida, bastante abundante en nuestro planeta. Pero, ¿es verdad? ¿Será que podemos llamar nuestro mundo de Planeta Agua?
¡Todo depende del punto de vista! Si analizamos solamente la superficie terrestre, sí, podemos llamar la Tierra de Planeta Agua. Al final, de todo el extracto superficial, el agua representa el 70%, mientras que el continente representa, en promedio, el 30%. Por otro lado, si analizamos otros factores, el «apodo» de nuestro planeta puede ser otro!
Al considerar el volumen de la Tierra, por ejemplo, ya no podrá llamarse planeta de agua, pues no existe una gran cantidad de ese elemento en su interior. El punto más profundo de los océanos alcanza poco más de once kilómetros, lo que es prácticamente nada en comparación con la profundidad del centro de nuestro planeta, que es de 6.371 kilómetros.
En ese caso, entonces, lo más correcto sería llamar la Tierra de Planeta Fuego! Esto porque las capas internas de la Tierra poseen elevadísimas temperaturas, que se van acentuando a medida que nos acercamos al núcleo terrestre, que puede presentar temperaturas, en algunos puntos, de hasta 6000ºC, según algunos investigadores. Con eso, las rocas permanecen en estado pastoso y, en los lugares más cálidos, completamente líquidas, componiendo la mayor parte del volumen interno de nuestro planeta.
Pero hay otras perspectivas. Si consideramos la composición química de la Tierra, el apodo cambia de nuevo. En la superficie, el 23% del aire, el 46% de la litosfera y el 85% de la hidrosfera, podría ser Planeta Oxígeno, ya que ese elemento químico es el más abundante, de hecho, en la superficie, totalizando el 23% del aire, el 46% de la litosfera y el 85% de la hidrosfera. Además, si tomamos en cuenta toda la composición estructural de la Tierra, ahí el nombre podría ser Planeta Hierro, pues ese elemento compone la mayor parte de la estructura interna, con el 35% del total contra el 30% del oxígeno y el 15% de silicio, además de muchos otros componentes en menor cantidad.
¿Solo esto? A depender del criterio que utilizamos, es decir, de la forma en que analizamos nuestro mundo, podemos darle diferentes nombres o apellidos. Esto también es una forma muy interesante de conocer mejor las características de nuestro planeta!